Excelente Nota de Liliana Tonitto en http://www.forjainternacional.com

El compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida sino que desean ser protagonistas de la historia personal y social. Juan Pablo II

¿Qué es compromiso? ¿Cómo sabes que estás comprometido? ¿Con qué o quién estás comprometido? ¿Qué diferencias observas cuando estás comprometido a cuando no en tu manera de pensar, sentir o actuar? ¿Qué influye en que estés comprometido o no? ¿Qué tendría que pasar para que pudieses comprometerte aún más? Estas preguntas nos invitan a pensar sobre un tema muy importante dentro del mundo organizacional pues el nivel de compromiso de las personas con la organización impacta de manera directa en su puntualidad, asistencia, dedicación, calidad de los resultados, permanencia en la organización, servicio al cliente y en definitiva en la rentabilidad del negocio.

Basado en la revisión de varios autores, podemos decir que el compromiso es el grado de identificación, de entrega y de participación de una persona en una organización, grupo, proyecto o idea. Por lo tanto, el compromiso organizacional va más allá de la lealtad y llega a la contribución activa en el logro de las metas de la organización. El compromiso es una actitud hacia el trabajo que refleja el acuerdo del empleado con la misión y las metas de la empresa, su disposición a entregar su esfuerzo a favor del cumplimiento de éstas y sus intenciones de seguir trabajando en la institución.

Es una respuesta más global y duradera a la organización como un todo, que la satisfacción en el puesto. De hecho, un empleado puede estar insatisfecho con un puesto determinado, pero considerarlo una situación temporal y, sin embargo, no sentirse insatisfecho con la organización como un todo. Pero cuando la insatisfacción se extiende a la organización, es muy probable que los individuos consideren la renuncia.

De acuerdo con Meyer y Allen, existen 3 componentes en el compromiso:

  1. Afectivo: quiero estar aquí, estoy orgulloso de pertenecer y me identifico con los valores, misión y visión de la empresa. Siento afecto y apego, estoy satisfecho psicológicamente.
  2. Normativo: quiero retribuir por lo que me pagan y recibo de la organización, siento una deuda moral por haber recibido una oportunidad o recompensa que fue muy valorada por mí.
  3. De continuidad: vale la pena seguir aquí, tengo futuro aquí, he invertido tiempo, dinero y esfuerzo e irme implicaría perderlo todo, tengo pocas oportunidades afuera.

Nuestro compromiso es una combinación de los 3 componentes, en diferentes grados y puede fluctuar según el momento en que estamos viviendo. Lo más importante es que podamos identificar y reconocer el nivel de nuestro compromiso con nuestro equipo, objetivos, organización y en qué se fundamenta, qué lo refuerza y qué lo debilita.

Profundizando en lo anterior, podemos concluir que el compromiso es una decisión personal y que el rol de gerente es estimular a que sus colaboradores decidan fortalecer esa decisión. ¿Por qué esto? Porque el gerente es el representante de la organización ante el colaborador, es el medio a través del cual se canalizan sus necesidades y oportunidades. Cuando alguien decide renunciar, le renuncia al jefe cuando esta relación no permite satisfacción, crecimiento, expansión y valoración, no a la organización.

Recuerda un líder con el que te comprometiste altamente, ¿qué lo caracterizaba? ¿qué hacía que quisieras comprometerte con esta persona? Cuando hacemos esta pregunta a diferentes personas, se obtienen distintas respuestas. Lo que pone en evidencia que no hay una única manera de construir el compromiso con otros y que depende más de la relación que construyen el gerente y el colaborador.

¿Estás comprometido con tu gente, con tu área, con tu función, con tu organización? ¿Qué efecto tiene tu nivel de compromiso como gerente en el desempeño y los resultados de tu equipo? ¿Qué necesitas y qué puedes hacer para comprometerte más? ¿Qué podemos hacer para construirlo?

  • Da reconocimiento
  • Construye vínculo con cada uno
  • Promueve la integración y participación de toda tu gente
  • Construye sentido de pertenencia y orgullo por la organización, el área y el equipo
  • Toma en cuenta sus ideas
  • Revisa y mejora las condiciones laborales, paquete y beneficios
  • Brinda oportunidades de desarrollo y crecimiento para cada uno que sean valoradas por ellos
  • Definan planes de desarrollo y crecimiento dentro de la organización
  • Modela el compromiso
  • Cuida los 3 componentes del compromiso de manera consciente en tu equipo
  • Conoce a tu gente, sus sueños, aspiraciones, necesidades, etc.
  • Conversa para construir el compromiso con cada uno, ¿qué necesitas? ¿qué te hace falta?
  • Fortalece tu propio compromiso
  • Pon lo que falta, actúa como si estuvieses comprometido
  • Escúchate, clarifícate para reconocer sus propios obstáculos para comprometerte y genera las conversaciones que necesitas
  • Construye con tu gente los caminos hacia un mayor compromiso de equipo

Vale la pena invertir en el compromiso propio y de otros, una vez que eso se logra lo demás viene solo pues el motor de la pasión, entrega y confianza está encendido. La vida se vuelve más plena y satisfactoria, las relaciones se fortalecen, los resultados superan las expectativas. ¿Qué estás esperando para decir sí?

Fuente: http://www.forjainternacional.com/liliana-tonitto/sobre-el-compromiso-gerencial/