Muchas veces nos frustramos cuando no obtenemos los resultados en tiempo y forma. De repente, en plena crisis o simplemente en una lluvia de ideas surge algo genial que pareciera ser la solución para los problemas, hasta que algun memorioso dice «pero esa idea la planteamos en el 2002!».La dinámica de una empresa puede hacer que las decisiones se cumplan en tiempo y forma o que se demoren, a veces, hasta el olvido.

¿Cuales son los elementos que hacen que las ideas queden en el olimpo?

-Ideas sin plan de acción: Cada idea debe ser planificada. Debemos acompañar las ideas aprobadas con un plan de tareas, en lo posible, escrito y que todos los integrantes del staff lo conozcan. Idea sin acción, es nada. La pregunta a realizarse es ¿Cómo se llevará a cabo la idea?

-Ideas sin responsables: Es importantísimo que cada idea tenga un responsable de ejecución. Casi siempre el responsable de la idea no es quien la generó y aunque esta persona coincida es recomendable que no sea la misma. A veces el afán por concretar una idea propia genera cierta parcialidad. La pregunta a realizarse es ¿Quién será el responsable de ejecutar el plan de tareas de ésta idea?

-Ideas sin tiempo de ejecución: El plan de tareas debe estar sujeto a un tiempo de realización. Días? Semanas? Meses? Años? Lo que sea, pero cada tarea debe tener un tiempo límite. Esto encuadrará las acciones y permitirá dar prioridades a las decisiones. El tiempo de ejecución debe ser de común acuerdo entre todos los integrantes del staff. La pregunta a realizarse es ¿Cuándo la idea estará llevada a cabo?

-Ideas sin supervisión: Por supuesto, todo esto debe estar supervisado por alguien que no es el responsable de la idea. En este caso, si hablamos de una organización horizontal, conviene que la persona que supervice el cómo, quién y cuando sea la persona que generó la idea. La parcialidad de la idea propia en este caso es una ventaja que genera una responsabilidad implicita para la supervisión.

En fin, teniendo en cuenta estos simples elementos, escribiendolos y cada cual haciendose cargo de lo que le toca, las ideas se llevarán a cabo y convertiran a una empresa lenta en un empresa dinámica.

La mayoría de las empresas que fracasan no lo hacen por falta de ideas, sino por fallar en el cumplimiento de las mismas.