Hace un tiempo recibí un regalo muy valioso para mí, el reloj de mi abuelo. Un antiguo reloj pulsera que funciona solamente a cuerda. Además de la carga emocional del regalo, trajo con sigo una interesante reflexión.

Lo primero que hice fue ponerme el reloj en la mano izquierda y realmente deseaba no sacármelo nunca. Así que salí a trabajar con mi nuevo viejo reloj.

Al cabo de algunas pocas horas me di cuenta que ya no marcaba la hora, que las agujas estaban quietas, evidentemente le faltaba cuerda, con lo cual atiné a darle el máximo de cuerda que puede. Sin embargo, al poco rato, pasó otra vez lo mismo, y así sucesivamente.

Finalmente llegué a casa y guarde el regalo ya que no me resultó práctico tener que darle cuerda a cada momento para que funcione.

A partir de ahí me puse a reflexionar acerca de todas las personas que requieren de un empuje adicional para funcionar, de una cuerda.

¿Cómo detectar si eres un Gerente a Cuerda?

  1. Necesitas que te digan que hacer y cómo
  2. Recibes cotidianamente reclamos sobre temas atrasados
  3. Te dispersas con facilidad
  4. Tienes días muy ocupados y otros muy ociosos
  5. No usas agenda ni digital ni analógica
  6. Cargas a tus secretarias con tu propias responsabilidades
  7. Sientes que comienzas temas con mucha energía y te cansas con facilidad
  8. Empiezas más temas de los que terminas

Ser una persona a cuerda nos hace ineficientes, nos transformamos en una carga, hacemos que nuestro equipo sea lento.

¿Cómo evitar ser un Gerente a Cuerda?

Para no ser un gerente a cuerda y no resultar una carga para tu equipo hay algunas cosas que puedes hacer para evitarlo:

  1. Capacitarse
  2. Entrenarse
  3. Autogesionarse (detectar temas y resolverlos)
  4. Terminar en tiempo y forma cada pendiente
  5. Llevar una agenda de todos los temas
  6. Llevar una vida saludable que te mantenga enérgico
  7. Controla tú los pendientes, y no viceversa
  8. Debes saber más tú, que tu secretaria 🙂