Uno de los motivos por los cuales algunos negocios se estancan, tienen que ver con el hecho de que los dueños, fundadores, o gerentes se aferran tanto a la idea del negocio, que pierden la posibilidad de ver oportunidades de mejora. Aferrarse al negocio es abrazar el concepto, el producto, el servicio y no soltarlo por nada, defenderlo ante toda crítica y quedarse con la idea de que no tiene nada para mejorar. Esto lleva a cuestionar a los clientes que eligen la competencia sin hacer la autocrítica necesaria para descubrir las razones detrás de las decisiones.

Soltar el negocio es dejarlo ser, dejarlo evolucionar, cambiar, con posibilidad de equivocarse, pero también de acertar. Soltar el negocio es dejarlo libre, adaptándose a los nuevos mercados, a los nuevos canales de comunicación, a los nuevos tipos de mercadeo. La empresa DEBE acompañar la evolución del negocio, esto significa colaborar en todos los cambios que suponen una mejora, aunque escape del gusto de los dueños o de la idea inicial del negocio.

La actualidad se destaca por el dinamismo, por el cambio intempestivo de condiciones, de formas. Por un avance tecnológico que exige actualización permanente de canales, de comunicación, de imagen, de forma, de logo, de slogan, de estrategia. No acoplarse al cambio y defender un modelo apenado en una idea vetusta, es básicamente, una condena a muerte del negocio.

Pensar en lo clásico y en la solidez de los valores pasados no tiene nada que ver con actualizar atributos del producto y servicio para que el mismo se adapte a la realidad, al hoy que cambia día a día. Por eso soltar el negocio es liberarlo con creatividad y dominio.

¿Qué debemos cuestionar todos los días?

  • El logo representa hoy lo que somos?
  • El slogan es acorde a los nuevos mercados?
  • Nuestra imagen está adaptada a los nuevos canales en redes sociales?
  • Nuestra estrategia comercial es adecuada al tipo de consultas?
  • Los clientes actuales que tenemos, representan al mercado real?
  • Los clientes potenciales (que no tenemos) porqué no nos eligen?
  • Qué puedo cambiar para llegar a los nuevos mercados?
  • Qué red social debería incorporar?
  • Qué formato de venta podría adaptar a la nueva realidad? Qué cambios debería hacer?
  • Qué cambios internos en la empresa me ayudarían a flexibizar el negocio?
  • Qué cosas debe cambiar yo para acompañar el crecimiento del negocio?

Tener en cuenta que para que los negocios crezcan no debemos anclarlos a nuestras propias ideas, más bien regarlos con libertad y que las ideas evolucionen y acompañen siempre la adaptación del negocio al día a día.

¿Qué sería lo ideal?

Qué los dueños, emprendedores o gerentes inviertan esfuerzo y tiempo en pensar y estrategar esta adaptación, contemplando lo que pasará a futuro. Esto es adaptar el negocio al mercado que viene, de esa forma el negocio espera al mercado y no viceversa. A esto se lo llama innovación.