Fuente: De la Idea al Éxito -2013- Por Miguel Cané

Cuando creemos que aquello que soñamos y deseamos es posible, se convierte en “esperanza”. La esperanza, además, es el mejor incentivo para soñar, con lo cual se transforma el sistema sueño-esperanza-sueño en un generador imparable de ideas. Es por ello que para CREAR, primero debemos CREER, creer en los sueños, en realidades que no existen, por mas imposibles que parezcan.

Según Wikipedia “esperanza” es la virtud por la cual el hombre pasa de suceder a ser. Es decir que la esperanza transforma al hombre en el creador de su futuro, en el responsable de su realidad. Hace que la persona pase de esperar que las cosas sucedan por si mismas, a estimularlas para que sucedan cuando y como la persona desea.
Siguiendo esta analogía los sueños simplemente suceden, al igual que las ideas. Los proyectos no, los proyectos SON. Los proyectos son sueños e ideas dotados de esperanza y de acción. Por que la esperanza es lo que estimula a la persona para generar acción, para transformar a las ideas en un plan, en un proyecto y finalmente en una realidad.
La esperanza es creer en los sueños, es crear ideas y no esperar simplemente que las cosas sucedan. La esperanza es la generación de acciones creyendo en un futuro. Esas acciones son las que transforman a las ideas, en proyectos reales.

Esperanza, es simplemente CREER.

En resumen, cada vez que soñamos vemos pasar ideas de las cuales algunas nos resultan interesantes. Cuando creemos en esa idea nuestra mente crea un futuro y nos lo muestra. Comenzamos a imaginar esa idea realizada y nos vemos seducidos por ese futuro. Inmediatamente lo queremos, deseamos que SEA, nos esperanzamos. Esto nos lleva inmediatamente a sacar a la idea del plano de los sueños y trazarla en la realidad. La escribimos, la dibujamos como podemos, la explicamos, la hablamos, la criticamos, la enriquecemos y hacemos un plan para que esa idea se transforme en una verdad. Cuando activamos el plan ya la idea pasa a ser un proyecto con una clara intención. Con una receta paso a paso que la transformará en algo concreto. Solo hace falta que al proyecto le apliquemos acción para pasar de la teoría, a la práctica, de lo volátil a lo tangible, de lo imaginario, a lo real. Y lo hacemos, de esa forma veremos a la idea crecer hasta que un día, ya deja de ser idea y pasa a ser un hecho.

Eso requiere de mucho trabajo. Es darle forma en la realidad a una solución que existe en un “sueño”. Es transformar un sueño en idea, y luego en realidad. Y el paso fundamental y excluyente para que esto suceda, es combinar a la imaginación con acción. Entonces si no hay acción, no sirve de nada soñar.

En resumen:

  • Un sueño soñado es una idea
  • Una idea con un plan es un proyecto
  • Un proyecto con acción, es una realidad

Las ideas sin acción NO SON NADA. Por eso, a las ideas hay que CAPTURARLAS, no captarlas. No se trata de poseerlas, sino de hacer algo con ellas. Las ideas no son de nadie y son de todos, los planes y los proyectos son de quienes lo hacen. Las ideas por sí mismas carecen de posibilidad de autoconcretarse, sí o sí deben recurrir a la acción del hombre para ser consideradas al menos reales. Y la acción del hombre en pos de la concreción de una idea se realiza mediante un proyecto, que no es ni más ni menos que un plan con acción.

Un resumen excelente se puede ver en el siguiente video: