Que difícil es hablar sobre limitaciones más aún cuando se trata de las propias. Pensemos en límites. No son más que una circunscripción, que una frontera. Los límites son casi geográficos. Nos marcan, mejor dicho, nos separan de lo en principio imposible.

Eso es,

Los límites nos separan de lo que creemos imposible

Entonces, que tan cierto hay en los límites? quién define que algo sea posible o imposible? de quién depende principalmente la posibilidad o imposibilidad de un hecho?

Es claro, DE VOS.

Ahora, si lo posible o imposible depende de cada uno de nosotros, cual es nuestro límite real y empírico? …en realidad el límite no existe, todo depende de como veamos las cosas y como aprobemos los objetivos.

Es clave determinar si el objetivo esta fuera o dentro del límite, de nuestro límite, de lo que consideramos posible, de lo que consideramos que esta a nuestro alcance. De esta forma cada objetivo propio o aceptado debe ser aprobado, explorado de modo tal que podamos, a priori, saber si podremos cumplirlo.

El límite de cada uno es fijo? Claro que no! dado que los límites dependen principalmente de nuestras habilidades y que éstas últimas se aprenden, los límites se amplían y achican en función de nuestra sapiencia, de nuestras ganas, de nuestra motivación.

Se trata de que personas ordinarias hagan cosas extraordinarias, en otras palabras:

Se trata de que ilimitemos nuestras posibilidades. Hay una frase que me encanta que dice así:

El que desea hacer algo encuentra una solución, el que no, una excusa

Y otra frase que me parece muy oportuna es la que reza:

El problema y la solución están ambos en el mismo lugar: frente al espejo

Esto es clarísimo: Hay que mirarse mucho más para reconocer cuales son nuestros límites reales y trabajar en ampliarlos.

Limitarse también es una forma de protegerse. Limitarse es esquivar el fracaso y las oportunidades. Limitarse es esconderse de la posibilidad de equivocarse. Los límites también nos protegen de lo desconocido, del esfuerzo por aprender, del desgano de no acertar. El límite es tan propio como la ropa y tan vulnerable como la tristeza. El límite es un estado de ánimo y el limitado simplemente un canal para anclar al sujeto un su zona segura, presunta zona segura.

No tengas miedo. DESLIMITATE, ILIMITATE. Peor que equivocarse por hacer, es equivocarse por no hacer. Es cuestión muchas veces de ilógica, simplemente de decidir hacerlo. De cruzar esa raya que nos separa de lo imposible. De INTENTAR pensando en LOGRARLO. De lograrlo por haber intentado. Los límites están simplemente para demostrar que podemos ser más, que es posible aprender y que mientras más limitaciones encuentro, más posibilidades tengo.